El cabezal plano es una condición en la que la parte posterior de la cabeza de un bebé se aplana debido a la presión constante ejercida sobre esa área. Esto puede ocurrir cuando el bebé pasa mucho tiempo acostado boca arriba sin suficiente tiempo boca abajo o cuando se utiliza un cojín o superficie demasiado dura para dormir. Aunque el cabezal plano suele ser un problema estético y no causa daño físico, es importante tomar medidas para prevenirlo y tratarlo si es necesario.
Para prevenir el cabezal plano, es recomendable alternar las posiciones en las que el bebé duerme y pasar tiempo boca abajo cuando esté despierto y supervisado. Además, se pueden utilizar almohadas y productos especiales diseñados para distribuir la presión de manera más uniforme. En caso de que el cabezal plano ya esté presente, se pueden realizar ejercicios y terapias de fisioterapia para fortalecer los músculos del cuello y la cabeza, y en casos más severos, se puede considerar el uso de cascos ortopédicos para moldear la forma de la cabeza del bebé.